Remontada 'express' para pasar a octavos (2-1)

El Girona estará por primera vez en el bombo de los octavos de final de la Copa del Rey. Nunca antes, desde que la competición tiene el formato y la denominación actuales, los rojiblancos habían conseguido llegar tan lejos. Pero si algo tiene este equipo es la capacidad de seguir creciendo, superándose partido tras partido para seguir brindándonos los mejores años de la historia del Club. El último logro, el de hoy ante el Alavés, en un partido trepidante que Granell y Portu se han encargado de dar la vuelta en cinco minutos frenéticos. El 2-1 final, sumado al empate de la ida en Mendizorrotza, ha sido suficiente para conseguir el billete para los octavos.

Eusebio ha dado descanso a los más habituales y ha presentado un once con muchas rotaciones. Sobre el césped, la novedad del regreso de Portu a la titularidad y la presencia de los futbolistas del filial Valery Fernández y Andzouana como carrileros. Los esperaba un Alavés dispuesto a darle la vuelta a la eliminatoria. El conjunto de Abelardo ha sido atrevido y, en tramos del partido, superior a los gerundenses. Y es que, aunque el primer aviso ha nacido de las botas de Douglas Luiz, Burgui podría haber avanzado a los vascos en tres ocasiones: Valery, sobre la misma línea de gol, Gorka Iraizoz y el poste han evitado que los visitantes se fueran al descanso con ventaja.

El Alavés ha salido con ambición de los vestuarios y el Girona ha vivido los minutos más complicados. Gorka estaba manteniendo vivos a los locales con intervenciones de mérito hasta que una jugada desafortunada terminó con el 0-1 de Alcalá en propia portería (min. 61). Acto seguido, Burgui y Sobrino han rozado el 0-2, pero de nuevo Gorka se ha hecho gigante bajo palos.

La reacción desde el banquillo no se ha hecho esperar y Eusebio ha dado entrada a Borja García y a Patrick Roberts. Los cambios han revolucionado al equipo, que ha dado un giro de 180º realizando un último tramo de partido eléctrico: tras dos avisos consecutivos, Granell ha hecho el 1-1 de falta directa y Portu el 2-1 al culminar con acierto una buena jugada de Roberts por la izquierda. Estallaba Montilivi ante la avalancha rojiblanca, que podría haber sentenciado la eliminatoria si Borja García y Roberts hubieran estado más acertados. Las emociones estaban a flor de piel ante un desenlace totalmente imprevisible. Sin embargo, el marcador ya no se ha movido y el Girona estará, por primera vez, en los octavos de la Copa del Rey.