Orgullo máximo
El Girona compite de tú a tú ante el mejor equipo de la Champions League, y solo la falta de acierto evita que los de Míchel puntúen.
Girona 0-1 Liverpool
Recibir el actual líder de la Champions y de la Premier no era un reto sencillo, pero el Girona ha demostrado que a su mejor nivel es capaz de competir contra cualquiera. Los rojiblancos han caído por detalles, pero lo han hecho con honor y dejando una gran imagen en la cita, sobre el papel, más exigente. De hecho, si no fuera por la carencia de efectividad delante, los de Míchel podrían haber sumado un resultado mucho más positivo ante un Liverpool al cual han conseguido igualar en intensidad y han sometido durante algunos tramos, sobre todo en la primera parte, generando llegadas muy claras que no han acabado al fondo de la red.
Un inicio impecable
Las ganas de reivindicarse en la Champions League ante uno de los rivales más complicados y de disfrutar en Montilivi se han notado desde el principio. En un partido de un ritmo altísimo, los gerundenses han tenido personalidad para salir con el balón jugado desde atrás, han encontrado espacios para hacer daño a la defensa visitante y han sabido controlar las transiciones del Liverpool.
En una de las primeras jugadas, Blind ya ha frotado el primer gol no llegando a rematar al segundo palo una centrada rasa, y Francés ha recogido la segunda acción y ha obligado a Alisson a intervenir. El portero brasileño ha tenido que estirarse también para desviar un chut cruzado de Miguel, y Bryan, recogiendo el rechaze, ha finalizado demasiado alto. Gazzaniga ha sacado un pie salvador en una llegada aislada pero muy peligrosa de los visitantes, y otra vez Alisson ha tenido que estirarse y sacar una buena mano para enviar a córner un potente chut de Asprilla.
Un penalti acaba con las opciones
Nada más volver de vestuarios Danjuma la ha tenido, recuperando en campo contrario y espetando un chut que no ha encontrado fortuna. El extremo ha vuelto a amenazar con una jugada excepcional que no ha podido culminar bien, pero un ligero contacto en el otro área de Van de Beek a Luis Díaz ha propiciado el penalti decisivo, previo aviso del VAR. Salah, engañando a Gazzaniga y colocándolo a su lado izquierdo, no ha perdonado. El equipo, que ha neutralizado bien un conjunto de la talla del Liverpool, ha seguido buscando sin éxito el empate, a pesar de que sin situaciones tan claras.