Quedan doce puntos en juego y el Girona recibe hoy la complicada visita del Sevilla con la voluntad de recuperar el camino de la victoria en Montilivi y dar un paso importante hacia la permanencia con el apoyo de la afición. Eliminados en los octavos de final de la Europa League por el Slavia Praha, los andaluces llegan a la cita plenamente concentrados en la lucha por clasificarse una temporada más para competiciones europeas, y con la Champions en el punto de mira. El regreso de Caparrós al banquillo apenas hace un mes ha supuesto un revulsivo para los de Nervión, que sólo habían sumado ocho puntos de treinta posibles desde el inicio de año y también habían caído en la Copa del Rey. Con el preparador de Utrera los andaluces volvieron a ganar lejos de su estadio después de diez partidos sin hacerlo, pero la derrota del pasado domingo en el Coliseo Alfonso Pérez (3-0) vuelve a poner de manifiesto las dificultades que el Sevilla ha arrastrado a lo largo de este curso para puntuar a domicilio, donde sólo ha hecho el 35% de sus puntos.
Joaquín Caparrós ya se puso al frente del equipo andaluz en el tramo final del curso pasado para enderezar el rumbo y guiarlo hasta Europa, y lo ha vuelto a hacer esta temporada tras la destitución de Pablo Machín, cambiando de nuevo los despachos por el banquillo. Las bandas, con hombres como Jesús Navas, son importantes en la propuesta de Caparrós, que se nutre del juego directo a partir de rápidas transiciones y la calidad individual de muchos de los jugadores de un equipo que también ha exhibido una mejora en la solidez defensiva del bloque. El Sevilla es el tercer conjunto más anotador de la categoría (54) sólo por detrás del Barça y el Real Madrid, y Ben Yedder es el máximo artillero con dieciséis dianas, seguido con once por Sarabia, goleador en los últimos dos duelos con el Girona . André Silva, con nueve, y Munir, que llegó en invierno, con tres, son los otros dos grandes referentes ofensivos sevillistas.
El Sevilla es junto con el Eibar uno de los dos equipos contra los que el Girona siempre ha perdido en estas dos primeras temporadas en Primera, y el único al que aún no ha marcado. El último precedente entre ambos conjuntos en Montilivi terminó con un resultado desfavorable de 0-1, y supuso la primera derrota en el estadio como equipo de Primera División. Los de Nervión sólo han visitado dos veces Girona, el otro con motivo de la disputa del 36º Trofeo Costa Brava, que terminó con el mismo resultado adverso. Dos derrotas en los últimos dos enfrentamientos, ambas en el Sánchez-Pizjuán, completan un balance negativo de cuatro partidos perdidos y cinco goles en contra por ninguno a favor. Los de Eusebio tratarán de romper estos registros el domingo en el que será el primer partido en el que Caparrós se enfrente al Girona, y es que se da la curiosa circunstancia de que cada vez que los andaluces han jugado contra los catalanes lo han hecho con un técnico diferente en el banquillo (Míchel, Berizzo, Montella y Machín con anterioridad).